1/6/12

La colisión de "Big Red"

En 1955 B.B. King tenía a su cargo una gran banda, compuesta de un total de 13 músicos, que debían acompañarle a cualquier rincón del país en el que tuviese una actuación. Un amigo de Memphis, Cato Walker, le compró por cinco mil dólares un autocar usado, desechado ya por la empresa de autobuses de línea. Tres mil dólares más para piezas de repuesto y la habilidad mecánica de Cato pusieron el autocar de nuevo en condiciones de rodaje. La preparación del vehículo, bautizado con el nombre de "Big Red", señaló el comienzo de la carrera de B.B. como músico independiente.


El autobús se convirtió en algo más que un medio de transporte para la orquesta, era prácticamente su hogar. Big Red desplazaba a la banda con dos chóferes, dos ayudantes y un mánager, y estaba equipado con aire acondicionado y televisión. A partir de 1955, el lugar de residencia de B.B. King y su banda no se ubicaba ya en Houston ni en ninguna otra ciudad, sino en las carreteras y autopistas de más de 30 estados de la Unión.

En 1958, en una carretera cercana a Dallas, Big Red sufrió un accidente con el equipo de B.B. en su interior. Cuando el autocar se encontraba cruzando un puente, comenzó un turismo a adelantarle. Al entrar en el puente por el otro extremo un camión cisterna cargado de gasolina, el coche aceleró para adelantar al autocar. Al volante de éste, Millard Lee pisó el freno. El chófer del turismo se desesperó y se detuvo tan peligrosamente cerca de Big Red que Lee torció a la derecha para evitar la colisión. La maniobra hizo rebotar el autocar en el muro del puente poniéndolo justo en el camino del camión que se aproximaba. Chocaron de frente.

Por un milagro, ninguno de los que viajaban en el autobús, ni siquiera Lee, resultó herido de gravedad. Pero el camión se incendió. Al salir por las ventanillas traseras del autocar, los aturdidos miembros del grupo contemplaron un espeluznante espectáculo: uno de los dos ocupantes del camión corría por el puente con la ropa en llamas. Hubo dos muertos por quemaduras en aquel accidente: uno murió en la cabina del camión, el otro al llegar a la orilla del agua, tras haber bajado del puente, tambaleándose, con la esperanza de poder apagar el fuego que le quitó la vida.

B.B King, que no iba en el autobús ni había presenciado el suceso, se enteró de la colisión por teléfono. Le horrorizaron tanto los espantosos pormenores de la misma, que tardó un rato en darse cuenta de que el accidente no podría haber ocurrido en peor momento. Era un fin de semana y, el viernes antes, le habían notificado que la compañía de seguros con la que tenía el autocar extendida la póliza de responsabilidad civil, había sido suspendida de sus funciones por la autoridad gubernativa, por haberse descubierto en una investigación irregularidades en su gestión. Ello quería decir que, junto con la empresa, quedaba suspendida la póliza del autocar. Dada su fanática determinación de cumplir todos sus contratos, B.B. había optado por seguir trabajando aquel fin de semana sin tener el seguro en regla. Llegado el lunes -había pensado- ya arreglaría una nueva cobertura. Había aceptado el riesgo calculando que en esos dos días no ocurriría ningún inconveniente y justamente tuvo que surgir lo peor que podría haberle ocurrido.

Las consecuencias legales de la colisión tejana fueron una pesadilla. La responsabilidad de B.B. se fijó, por mutuo acuerdo, en una cifra no muy por debajo de los cien mil dólares. Tardaría años en terminar de pagar la deuda.

A los gastos de la responsabilidad establecida había que añadir los encaminados a sustituir a Big Red. En aquella ocasión, B.B. King compró un autobús a estrenar. Pagó 26.935 dólares a la empresa Skyliner de Laundonville, Ohio, por un Flexible Starline Coach nuevo que Cato Walker trasladaría a una compañía de caravanas de Brown City, Michigan, para que le pusiesen cuarto de aseo y demás instalaciones para el conjunto.

El nuevo autocar, muchísimo más confortable que Big Red, fue un anónimo titán que sirvió a B.B. y al grupo durante siete años hasta topar, como su predecesor, con la mala suerte.

Fuente: "B.B. King" de Charles Sawyer.


Me gustaría finalizar esta entrada con un tema grabado el mismo año del fatal accidente de Big Red. "Days Of Old" se publicó como cara B, pero con el tiempo se convertiría en uno de sus grandes éxitos.


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